A todos los que con su abnegación hacen posible este México de hoy, les suplico de la manera más atenta y cordial que vayan mucho hacia los confines entrañables de sus respectivas progenitoras (fusil gacho a Efraín Huerta).
De la codicia indecente
Aún nos hacen alarde,
Ya no chinguen a mi gente
Mejor ch… a su M.
Alex Etienne
“Nomás no hace clic con la gente. Su circunspecto semblante, casi sombrío y muy cercano al lo avieso, no le da para más”: José Ángel Solorio, Cambio de Tamaulipas… ¿Lo critica por ladrón o por feo?
Sus buitres no hacen caricias
Y no lo adorna una ciencia,
Cuando estuvo allá en justicia
Impartió su incompetencia.
¿La limpieza en la UAT incluye el convenio con los editorialistas lambiscones?
Mis penas las apachurro
entre congojas y agrado
vomitan a puros burros,
ingenieros y abogados.
Considerando…
– Que un boletín publicado en cada medio “debidamente acreditado” le cuesta al erario la alimentación de cien niños durante un mes, o el salario de 10 maestros durante una quincena.
– Que los medios “debidamente acreditados”, salvo en raras excepciones, muy apenas los leen los dueños y algunos de sus familiares.
– Que los boletines publicados con tanto costo sólo lo ven los “que salen bonitos en la foto”. Quien raramente los leen (que no salen en la foto) es para reírse del humorismo involuntario allí vertido, propongo:
Modificar las relaciones sociales y económicas entre los medios y el Estado. Motivar a los editores (con cursos de autoayuda y de actitud) para que recuperen su verdadera vocación de comunicadores y darles su independencia para que vivan sólo de la circulación, de las inserciones comerciales y de los avisos de ocasión; se sentirán sumamente orgullosos. Los recursos así rescatados se canalicen hacia los sectores más desprotegidos de la sociedad, que, quizá no estén enterados, son la inmensa mayoría.
Lo mismo se aplicaría para los editorialistas “debidamente reconocidos y prestigiados”. Estarían felices de desarrollarse al margen del embute. Gracias.
Por el mundo siempre peno
Y aplasta la decepción
Aunque se sienta John Lennon
Tan sólo es un vil lenón.
Esta cosa es muy bonita
Con tanto placer oral,
Es un mercado de tripas
Como cualesquier congal.
Gur Bay
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