Y todavía festinan sus rapacidades.

Malvada mujer tan pilla
Tu ya no tienes remedio,
Te sales a las orillas
Y te clavan por en medio.

A eso se llama educación sexual: dar las gracias luego de que los fornican.

Los gobiernos son comisarios políticos del poder económico: José Saramago.

En todas partes ocurre los mismo: hambre, humillación, ignorancia, vicio, codicia, extorsión, trapacería, tortura, despotismo: Henry Miller.

Un abogado tomaba el sol en el parque, cuando se le acerca una señora y le pregunta: “¿Qué hace?”
-Aquí, robándole unos rayitos al astro rey.
-Ustedes los abogados siempre trabajando.

Vigor

Para impresionar a su hembra el pavo real despliega su cola. El león cuenta con su melena y rugido. El hombre despliega su auto de reciente modelo y sus tarjetas de crédito. En el lenguaje de la naturaleza los iridiscentes colores del plumaje caudal del real pavo y los poderosos rugidos del melenudo felino, garantizan fuerza, vigor sexual y poder genético.

Las tarjetas de crédito y el auto de reciente modelo lo único que garantizan en el ridículo galán es que el portador (o su papi) es un maldito ladrón con babeantes calenturas masturbatorias.

Citas

El matrimonio puede ser a veces un lago turbulento, pero el celibato es casi siempre una charca cenagosa.- Thomas Love P.

No hay joya en el mundo tan estimable como una mujer casta y virtuosa.- Cervantes.

Las únicas persona verdaderamente indecentes son los castos.- J. K. Huysmans.

Feliz yo que no tengo esposa.- Menandro.

La resistencia de una mujer no es prueba de su virtud; mucho más probable es que sea la prueba de su experiencia.- Linón de Lenclos.

Retraso

La esposa dice al marido: -Tengo un mes de atraso. Creo que vamos a tener un niño.
En eso suena el teléfono. La señora contesta, le dicen:
-Somos de la Comisión Federal de Electricidad para comunicarle que usted tiene un mes de atraso.
La dama se sorprende y pregunta:
– ¿Cómo pueden saberlo?
– Porque nuestras computadoras llevan el registro de todos los atrasos.
Turbada, ella le pasa el teléfono al marido y le dice:
– Son de CFE y lo saben.
Extrañado, toma la bocina y pregunta:
– ¿Es verdad que saben lo del mes de atraso?
– En efecto -le responden- y le avisamos que deben de realizar inmediatamente el pago correspondiente.
– ¿Un pago? ¿De veras? ¿Y qué pasa si no quiero pagar?
– Entonces, iríamos con usted y se la tendríamos que cortar.
– ¡Ah caray! ¿Tanto así? Y en ese caso ¿que podría hacer mi esposa?
– Tendrá que usar una vela.

No cobraré las albricias
al darles lo que les traje,
paque le den sus caricias
y para que se lo encajen.

Gur bay